POST BODA EN LA MEZQUITA Y SUS RINCONES.
Una sesión en el corazón más auténtico de Córdoba.
Cuando hablamos de lugares emblemáticos para una sesión de fotos en Córdoba, la Mezquita-Catedral y el barrio de la Judería ocupan el primer lugar sin discusión. Para cualquier fotógrafo de bodas, es un privilegio poder trabajar en este entorno, donde cada rincón tiene historia, textura y luz propia. Con Irene y Rafa compartimos una tarde de esas que se quedan grabadas. Una de esas sesiones que, aunque se repiten en ubicación, no se repiten nunca en sensaciones e ideas. Ellos ya forman parte de nuestra historia personal, y volver a coincidir fue una auténtica alegría. Es cierto que esta zona la hemos recorrido en infinidad de ocasiones.
Cuando hablamos de lugares emblemáticos para una sesión de fotos en Córdoba, la Mezquita-catedral y el barrio de la judería ocupan el primer lugar sin discusión.
Para cualquier fotógrafo de bodas, es un privilegio poder trabajar en este entorno, donde cada rincón tiene historia, textura y luz propia. Con Irene y Rafa compartimos una tarde de esas que se quedan grabadas. Una de esas sesiones que, aunque se repiten en ubicación, no se repiten nunca en sensaciones e ideas. Ellos ya forman parte de nuestra historia personal, y volver a coincidir fue una auténtica alegría. Es cierto que esta zona la hemos recorrido en infinidad de ocasiones.
A veces cuesta "resetear la mirada", porque el entorno es tan reconocible que parece difícil encontrar algo nuevo. Pero esa es justo una de las cosas que más nos motiva como fotógrafos: Buscar detalles que pasan desapercibidos, encontrar una nueva perspectiva, jugar con la luz que cambia con cada estación, con cada hora.



En esta ocasión, con Irene y Rafa, nos propusimos hacer algo distinto. Exploramos rincones menos fotografiados, buscamos ángulos poco evidentes y tratamos de captar una mirada más personal de un enclave universal. Cada paso por esas calles empedradas, cada gesto... fueron oportunidades para crear imágenes únicas. La magia de esta pareja y su conexión se notaba desde el primer clic y eso, para nosotros, lo cambia todo. Nos fuimos de esta postboda con la sensación de haber contado algo nuevo, incluso en un lugar tan fotografiado como éste. Y con el recuerdo bonito de una tarde compartida entre risas, cariño y mucho arte.



